17 de julio de 2009

¿LESBOFOBIA?

Tengo una amiga, muy amiga, de toda la vida. Digo de toda la vida porque nuestros padres ya eran amigos. Nos vemos de vez en cuando y nos ponemos al día: que si su hijo ha aprobado las oposiciones, que si su hija ha roto con el novio, que si su marido está en paro. . . que si mis suegros están de viaje. . . También hablamos de cosas más íntimas porque tenemos mucha confianza.
Un día (de esto hace meses) le comenté: "pues igual a mi hija le gustan las chicas"; me contestó: "mujer, no digas eso". Por el tono con el que me dijo la frase, yo entendí: "mujer, no digas eso, pobre chiquita". Me pilló desprevenida, me descoloqué, y sólo atiné a decir: "bueno, tampoco pasa nada". Mi amiga no es homófoba, ni racista, ni clasista, es tolerante y generosa.
¿Tan arraigada está en la gente la idea de que ser homosexual es una desgracia? o ¿es homofobia sin más?. Viniendo de mi amiga, quiero pensar que es lo primero. Quiero pensar que aprecia a mi hija y le duele que pueda tenerlo más dificil en la vida, que pueda sufrir más que cualquier chica de su edad.
Pienso en mí. Pienso que verdaderamente he vivido épocas duras, como la mayoría de gais y lesbianas. Pero también sé, que no me cambiaría por una mujer heterosexual, porque me gusta ser lesbiana, porque me gustan las mujeres y porque amar a una mujer me hace sentirme muy especial.
Eva

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La situación es complicada. Las leyes nos ayudan, pero no son una quimera.

Ser homosexual es duro y hay un patente y constante rechazo hasta por parte de las personas que mas nos quieren. Mas de un@ de nosotros estamos perdiendo, o ya hemos perdido, incluso a nuestros propios padres, avergonzados de nuestra orientación y de nuestras familias.

Somos una minoría y estamos viviendo en una sociedad que favorece el borreguismo, la manada, una sociedad de mayorías. En contra de la diversidad, la diferencia y la exclusividad.

Es una pena que no nos demos cuenta que el progreso social solo es posible a partir del amor a estas diferencias y que lo verdaderamente enriquecedor son los pequeños matices entre las personas...

En fin... debo tener un día gris.

poco a poco

lol

J dijo...

Pues me parece que ya somos dos o tres los que tenemos, a menudo, días grises.
Las leyes llegaron para ayudarnos pero hace falta complementarlas con muchas más lecciones de tolerancia por parte del Gobierno que nos apadrinó.
En el célebre discurso de Zapatero en el momento de la aprobación de la ley de matrimonio homosexual dijo algo para concluir que a mi aún me produce estremecimiento: "dejad en paz a los homosexuales".
Pero para eso, Señor Presidente, hace falta seguir dando pasos(como le recordamos hace pocas jornadas desde esta casa a Carmen Alborch)con la ley de igualdad de trato y no discriminación. Una ley que se está haciendo esperar más de lo debido mientras los gays y lesbianas, bisexuales y transexuales seguimos apadrinados descafeinadamente.
Ánimo a todos. Nuestro más especial cariño para todos aquellos que se hayan sentido rechazados por sus padres por ser como son. Estamos especialmente con ellos.
Os queremos.