DEBATE EN LA LLOTJA DEL CANEM

Club de debate de la Universidad Jaume I:
La Familia, hoy.
El lunes 1 de junio, participamos en un debate organizado por la Universidad Jaume I de Castellón. Fue en la Lonja del Cáñamo, edificio renacentista del siglo XVII, adquirido por la Universidad en 1999 y rehabilitado como centro de desarrollo cultural y educativo.
No estaba previsto que acudiéramos, pero a última hora falló un ponente, y nos invitaron a la mesa.
Allí acudimos Marc, Eva y yo, para participar tanto en la exposición inicial como en el posterior debate, en representación de Galesh.
En la mesa estaba Carolina Martínez, directora General de Familia de la Consellería de Bienestar, Francisco Juan García del departamento de Psicología evolutiva de la UJI y Lloan Llidó, del departamento de Educación Infantil de la UJI.
La directora general habló de los retos que tiene la educación hoy día, trabajando los padres fuera de casa, y teniendo un tiempo limitado para estar con los hijos e hijas.
Habló también del cambio que ha supuesto para las familias la incorporación de la mujer al trabajo, y de las dificultades cotidianas que se presentan para conciliar la vida laboral y familiar.
Fue un discurso con el que cualquier familia nos podemos identificar, como así comenté públicamente; pero yo no estaba ahí para profundizar en estos temas, sino para hablar de las familias homoparentales a las que la mayoría de los allí presentes no conocían directamente; por lo que mi discurso fue para visibilizarnos, darnos a conocer, hablar también de educación y respeto a la diversidad en los centros de enseñanza, así como la necesidad de que maestros/as y profesores sepan manejar mejor estos temas en el aula.
Contábamos con poco tiempo, 7 minutos de exposición, que superé largamente, al igual que el resto de mis compañeros de mesa; y porque el moderador me cortó. Se me quedaron tantas cosas sin decir…
A continuación habló Joan Llidó, sacerdote, que definió la familia como una comunidad de amor, y después habló de la postmodernidad como causante de la gran evolución social de los últimos 50 años.
El último ponente la definió como aquel grupo de personas que conviven, se protegen y se sienten familia; y explicó los cambios que ha experimentado en los últimos tiempos, dando también cifras y comentando estadísticas.
El debate transcurrió en un ambiente agradable y de respeto, teniendo en cuenta las diferencias ideológicas que había entre los integrantes de la mesa.
Las preguntas se dirigieron sobre todo a Carolina Martínez, y al sacerdote.

Marc, Eva y yo, habíamos acordado las intervenciones, según el tipo de preguntas, pensando que allí podía haber gente agresiva o desconsiderada; pero no, todo transcurrió con mucha tranquilidad.
Al finalizar el acto, estuvimos hablando un rato todos los de la mesa, de forma cordial; e intercambiamos tarjetas al despedirnos.
Y después, a cenar. Unas amigas de Castellón nos llevaron de tascas y nos invitaron; lo pasamos muy bien.
Volvimos a casa con la sensación de haber pasado un examen difícil, pero contentos los tres por el resultado; habíamos conseguido visibilizar a nuestras familias y que la Universidad de Castellón contara con nuestra asociación.

Amparo