2 de marzo de 2010

LA OTREDAD

Una vez más, como otras muchas, mis amigos en el trabajo comentaban sobre los sitios de ambiente. Qué gracioso les parecía el haber estado allí o no.Uno comentaba que un día con sus amigos aparecieron en el Deseo 54, y que claro, al darse cuenta de qué iba aquello, tomaron dos copas y se largaron, yo me preguntaba a qué venía la segunda copa si ya sabían de qué iba aquello.Otro se reía sorprendido, en estos temas de conversación él sólo se ríe.La otra chica del grupo aparte de mi, comentaba que el que había estado era su marido con los del curro, pero que se fueron enseguida, ella nunca había coincidido en ningún sitio de ambiente.Siempre me ha parecido que incluso la gente más progresista y permisiva acepta de buen grado la homosexualidad, y les gusta tener alguna amistad en el gremio, esto les da puntos en su progresismo, pero otra cosa es tenernos en grupo, tantos juntos en una discoteca y haciendo lo que la gente suele hacer en las discotecas, les supera, al fin y al cabo como dicen ellos mismos son troglo-heteros.Yo me mantenía expectante, a ver cuándo se iban a dar cuenta de la presión de otredad que estaban ejerciendo sobre mí.Por fin reaccioné; ‘A mí me pasa igual’ dije; ‘¿igual?’ Se extrañaron. Alguna vez he ido con algunas amigas que se han empeñado en ir a los pubs de Juan Llorens, ‘¡¡Qué rollo los sitios heteros!!’. Que chocante les parecía aquello por qué las carcajadas se debían oír en toda la cafetería. Pero chica, ‘¿por qué? Si allí no pasa nada’. ‘¿No? Todos los tíos pretender ligar contigo, te entran, no les importa que tu esposa esté a tu lado, seguramente ni la ven. Aparte de tantas parejas heteros allí besándose, chico con chica, que raro se me hace. Además los baños son muy aburridos, en general todo el local suele ser aburrido. Vamos que yo prefiero los sitios de ambiente para salir y con mucha diferencia’.A mis compis, a los que adoro, y con los que hablo con total franqueza siempre, toda esta conversación les hizo mucha gracia, yo creo que volvieron al curro pensando que ironizaba, y aunque era así eso no restaba verdad a lo que decía. ¿Por qué se sorprendían tanto? esos son los comentarios que ellos mismos estaban haciendo de los sitios de ambiente y les parecía totalmente natural.A ellos, que están en la acera desde la que se construye ‘la otra acera’, les parecía imposible que haya alguien que se sintiera incomodo en su acera, si lo raro está en la otra.Una vez más esto me confirma que la lucha ya no está tanto en la aceptación de la homosexualidad como tal, sino está en conseguir que nuestra vida, llamémoslo estilo de vida, no esté considerada como fuera de lo que todo el mundo reconoce como ‘’lo bueno’’, conseguir como decía que no se vea como lo raro, el estigma, el sí pero...Soy lesbiana, soy lesbiana, soy lesbiana, a veces hay que decirlo o oírlo mucho, y orgullosa y feliz por serlo y siéndolo. Definitivamente vivo en mi acera, que no sé si está enfrente de la tuya, simplemente es la mía, es en la que he decidido vivir, como decidí tantas y tantas cosas en mi vida. Aquí vivo con mi mujer, aquí criaré a mi hija, es un sitio estupendo para criarse, hasta que crezca y decida por ella misma en qué acera hacer su nido, o se construya la suya propia quien sabe.
Raquel

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